Fuente: Diario Clarín – foto: Sebastián Lasquera/CADA
Hace exactamente un siglo en París, cuando el deporte argentino por primera vez participó con sus equipos en los Juegos Olímpicos, una de sus grandes figuras fue el atleta Luis Antonio Brunetto, quien se llevó la medalla de plata del salto triple, después de un vibrante duelo con el australiano Arthur Winter. En el estadio de Colombes –que acaba de restaurarse ahora y será sede del torneo olímpico de hockey- Brunetto consiguió una marca de 15 metros y 42 centímetros, que iba a permanecer por más de medio siglo como récord argentino (y 25 años como tope sudamericano, hasta la aparición de aquel fenómeno de la especialidad y bicampeón olímpico llamado Adhemar Ferreira da Silva, brasileño).
Oriundo de Rosario e hijo de inmigrantes italianos, Brunetto fue la figura excluyente del atletismo argentino de la década del 20 y, sin dudas, uno de los atletas más importantes de la historia.
Ningún otro argentino desde entonces volvió a participar en las competencias olímpicas del salto triple, pero el campeón de los últimos tiempos, Maximiliano Díaz, aspira a clasificar para estos Juegos –que justamente se realizarán en París- a partir del ranking mundial, en el que tratará de sumar puntaje en los próximos eventos. Ocupa actualmente el 39° puesto y clasifican 32.
Díaz viene de ganar por 13ª. en su campaña el título nacional en Mar del Plata, siendo así el atleta más laureado en el historial de la especialidad.
Nacido hace 35 años en Salta, Díaz volvió a colocar al atletismo argentino en el mapa de esta especialidad. Después de la gran serie de Brunetto, quien logró cinco títulos sudamericanos consecutivos entre 1924 y 1931, en el torneo siguiente (1933) venció su compatriota Tomás Diz. Pero tendrían que pasar casi ochenta años para que apareciera otro triplista argentino como campeón sudamericano. Fue justamente Díaz quien ganó el 4 de junio de 2011 en Buenos Aires en una de las mejores actuaciones de su vida, alcanzando un récord nacional de 16.51 metros (mejoraba los 16.43 que había conseguido meses antes en Rosario y que, a su vez, habían terminado con otro récord de larga vigencia, los 16.30 del mendocino Angel Gagliano en 1983).
Aquel Sudamericano 2011 disputado en el Cenard fue el disparador para la campaña internacional de Díaz, quien ya participó en un Campeonato Mundial (Daegu 2011) y en dos Juegos Panamericanos (logró el 4° puesto en Guadalajara 2011 y terminó 10° en Lima 201). Desde aquel momento también permaneció entre los animadores de la especialidad en el plano sudamericano, volviendo a lograr el título en Lima 2019.
Y estableció un nuevo record nacional –vigente hasta ahora- con 16.52 metros al conseguir la medalla de bronce en Cochabamba (2 de febrero de 2020), durante el primer Campeonato Sudamericano de Pista Cubierta.
En las próximas semanas, donde el Campeonato Iberoamericano de Cuiabá es el desafío inmediato, Díaz espera lograr las marcas y puntos suficientes para coronar su último gran sueño de triplista, la participación olímpica. Y sería el mejor homenaje para una leyenda llamada Luis Brunetto.