Informe y foto: Sebastián Lasquera
Cuando se cerraba la jornada vespertina de este sábado 11 de mayo en la pista de la Universidad Federal del Mato Grosso, en Cuiabá (Brasil), Elián Gaspar Larregina aportó una victoria histórica para el atletismo argentino en este Campeonato Iberoamericano.
Triunfó en los 400 metros llanos con 45.27, batiendo su marca nacional que había logrado con 45.34 en la pasada temporada.
Larregina terminó delante del portugués Omra Elkhatib (45.46) y delante de la gran estrella de la especialidad, el colombiano Anthony Zambrano (46.05), subcampeón mundial en Doha 2019, subcampeón olímpico en Tokio 2021 y recordman y campeón sudamericano.
Larregina consigue así el primer título para el atletismo argentino en este Ibero. Pero su victoria es aún más trascendente. Se trata de la primera vez en más de medio siglo que un velocista argentino triunfa en un evento internacional de esta clase en la prueba de los 400 metros, una de las más exigentes de la programación de pista. Habría que remontarse al éxito del recordado Andrés «Pelusa» Calonge en el Sudamericano de Quito 69 para tener un triunfo argentino en 400…
Larregina, nacido hace 24 años en Suipacha, ya venía exhibiendo toda su clase, al ser el primer argentino en atravesar la frontera de los 46 segundos. En 2022 triunfó en el Sudamericano u23 y el año pasado escoltó a Zambrano en la final del Sudamericano en Sao Paulo, también tuvo su debut mundialista en Budapest. Pero luego no pudo entrenar para los Juegos Panamericanos de Santiago. Y las perspectivas este año tuvieron una señal de alerta cuando sufrió una lesión en marzo, en Paraguay, que le impidió participar en la reciente serie internacional en nuestro país. Sin embargo, ahora reapareció en todo su esplendor. Y con la gran ilusión de buscar su clasificación para los Juegos Olímpicos de París. En la misma ciudad donde -hace exactamente un siglo- el atletismo argentino hizo su debut en los Juegos y contó con representantes justo en esa prueba.