“Los Juegos Atléticos fueron introducidos al Río de la Plata en 1807 por el médico británico Dr. Andrew C. Dick iniciándose con las carreras a pie, como ejercicio higiénico a la par que recreativo y con cierto carácter deportivo”.
De otra añeja publicación (“Cartas de Sudamérica 1810-1820, impresa en 1820 por los viajeros y comerciantes J. P. y G.P. Robertson”) podemos extraer a fines de 1817 o principios de 1818, en un campo de las afueras de la ciudad de Buenos Aires se desarrolló en un día primaveral, claro y caluroso, la primer competencia de la cual se poseen constancias escritas. La misma vincula nuevamente al profesional de la medicina antes citado, a quien indudablemente le atraían todo tipo de actividades relacionadas con la educación física.
Según esta versión el Dr. Dick, quien era “un hombre muy activo, de constitución vigorosa y andar elástico”, caminó 25 millas, unos 40 km, en 5h37m. Con esta actuación intentó demostrar a un grupo de personas de amistad, que la vida en el nuevo mundo no les había hecho perder a los súbditos de la Gran Bretaña “la energía física y mental que traían de Inglaterra”. Ninguno de sus ocasionales acompañantes pudo completar el recorrido con el médico escocés, recordándose entre los más resistentes a R. P. Staples y R. Carlisle.
El 30 de mayo de 1867 se realizó en la Argentina el primer torneo atlético del que se tienen referencias. Fue sobre el césped del Buenos Aires Cricket Club en Palermo ante una elevada cantidad de público, especialmente femenino. Una banda de música amenizó la agradable jornada que organizó el BA Athletic Sport, que fuera fundado ese mismo año.
Las crónicas del “The Standard” nos recuerdan los resultados de aquella jornada en la cual los vencedores de las distintas pruebas fueron: W.C. Roberts en 150 metros con vallas, salto en alto (1.47), salto en largo con y sin impulso (4.90,5 y 2.82m respectivamente), R Perry en 440 yardas(1:22.5), T.B. Smith en 100 yardas (11.4s) y salto con garrocha (1.833m), R. Rose con la bala de 6 kilos (23.63) y A. R. Campbell, quien lanzó la pelota de cricket a 90 metros. El BA Athletic’s Society organizó su último torneo el 8 de diciembre de 1877, mientras que algunos años antes, en 1869 se fundó el BA Juniors Athletic Association: por espacio de varias temporadas cumplió una amplia actividad, destacándose el gran certamen de 1882.
Así mismo la colectividad ferroviaria desde 1874, organizó festivales en los cuales participaron los trabajadores de las líneas que atravesaban nuestro país. El 15 de mayo de 1892 se creó la Amateur Athletic Association of River Plate, cuyas actividades se mantuvieron hasta 1908, cuando traspasó sus archivos, récords y bienes al Belgrano Athletic Club. Con el final de su meritoria labor “desapareció el último vestigio de la valiosa acción desarrollada por la colectividad inglesa en nuestro país por la implementación del Atletismo”.
Así bien lo expresa Roberto Harsch en su bien documentado “25 años de atletismo en la Argentina”, publicado en1924 y testimonio de la actividad en aquellos lejanos tiempos. El Club de Gimnasia y Esgrima de Buenos Aires (fundado en 1880), la Organización Nacional de Ejercicios Físicos (organizadora el 3 de octubre de 1903 del primer maratón del país), la Sociedad Sportiva Argentina y otras entidades continuaron aportando a la evolución de nuestro deporte.
En 1907 y 1909 los atletas argentinos hicieron primeras armas e torneos internacionales, en Montevideo. Los festejos por el centenario de la Revolución de Mayo fueron propicios s para un importante festival internacional, cumplido 24 de mayo de 1910 en el estadio de la Sociedad Sportiva Argentina –conducida por el Barón Antonio de Machi- en Palermo. En el mismo tomaron parte atletas de Chile y Uruguay. Tres días después se corrió un maratón, ganado por el italiano Dorando Pietri, quien se hiciera famoso en los Juegos Olímpicos de Londres dos años antes.
El 13 de Febrero de 1911 surgió la Fundación Pedestre Argentina, entidad que desarrollo su actividad hasta 1918 año en el cual una tumultuosa Asamblea decidió disolverla. Esta institución había organizado ese mismo año el Torneo Internacional “Iniciación”, que dio origen a las competencias sudamericanas. Y esa ocasión fue propicia para que, con la presencia de los delegados de países hermanos, se fundara la Confederación Sudamericana de Atletismo.
Un año después se concretaron los Campeonatos Sudamericanos en Montevideo, todavía sin participación argentina. Pero el 4 de julio se fundó la Federación Atlética Argentina bajo la dirección del Dr. Carlos Tuninetti, delegado de la Asociación Cristiana de Jóvenes. Ese mismo año se realizaron los primeros Campeonatos Metropolitanos, y desde 1920,precisamente el 28 de abril, los Campeonatos Argentinos de Atletismo. Dicha Federación rigió los destinos del atletismo nacional, hasta el surgimiento de la Confederación Argentina en 1954, aunque coexistieron hasta 1961.
En ese año la Confederacion Atletica Argentina (CADA) paso a ser el único organismo nacional y los clubes de la ciudad de Buenos Aires y del Gran Buenos Aires, hasta un radio de 30 km. pasaron a constituir una nueva entidad: la Federación Atletica Metropolitana, institución que junto a las federaciones provinciales a razón de una por cada provincia, constituyen el organismo rector del atletismo argentino hasta nuestros días.
La CADA sucedió a la FAA en la afiliación a la CONSUDATLE y la IAAF, desde 1961. Internacionalmente, los atletas argentinos intervinieron en esos primeros años en los Sudamericanos de 1920(Santiago de Chile), en los Latinoamericanos de 1922(Río de Janeiro) y el los Olímpicos de 1924(París). En esta última convocatoria el equipo atlético fue dirigido por el profesor FedericoGuillermo Dickens, inolvidable docente norteamericano y que es considerado “el padre” de nuestro atletismo. La síntesis de su personalidad puede quedar extracta en las palabras que, sobre Dickens, vertió el Dr. Etcheverry Sarrat en 1962:”He tenido muchos maestros: en la escuela, en el colegio y en la Universidad. Son de devota recordación, pero ninguno penetró en mi alma como él para hacerme ver lo bueno y lo malo, lo perfecto y lo imperfecto, lo que es la belleza de un sentimiento y de una conducta, puros y nobles”.
En aquellos juegos de París fueron diez los atletas argentinos presentes: Felix Escobar, Otto Dietsch, Camilo Rivas, Emilio Casanovas, Manuel Enrico, Federico Brewster, Francisco Dova, Guillermo Newbery, Enrique Thompson y Luis Antonio Brunetto. Este último, un excepcional atleta rosarino, le dio a la Argentina la primera medalla olímpica del atletismo al obtener el subcampeonato en salto triple con 15,425 metros. Fue una marca que perduró hasta 1949 como record sudamericano y hasta 1975 como record argentino.
Luego vendrían otros hitos transcendentes, como los dos triunfos olímpicos en maratón (Juan Carlos Zabala en 1932 y Delfo Cabrera en 1948) y dos subcampeonatos (Reynaldo Gorno en el maratón de 1952 y Noemí Simonetto en el salto en largo de1948). Y, a lo largo de éstas décadas, las hazañas de atletas que hicieron historia en la región como Gerardo Bonnhoff y Andrés Calonge en velocidad, Juan Carlos Dyrzka en los 400 metros con vallas, Osvaldo Suarez y Antonio Silio en las pruebas de fondo, Enriuqe Kistenmacher en el decathlon. O Beatriz Allocco, Ingerborg Pfüller, Ingerborg Mello, Alejandra García y tantas más entre las destacadas del sector femenino.
En los últimos años entre los más destacados además de Alejandra García finalista olímpica en salto con garrocha, aparecen Germán Chiaraviglio campeón mundial en Menores y juveniles, Juan Cerra varias veces campeón panamericano y la más encumbrada en las listas mundiales actuales Jennifer Dahlgren también en Martillo.