Se encuentra en Buenos Aires, invitado especialmente por la organización del Maratón Internacional de Buenos Aires, una leyenda de la especialidad: el español Abel Antón, bicampeón mundial de esa distancia (Atenas 1997-Sevilla 1999).
Antón fue agasajado esta semana en la Embajada de su país, donde ofreció una conferencia sobre deporte y, también estará junto a los aficionados en la ExpoRunning de Parque Sarmiento, previa al maratón: su charla alusiva será este viernes 20 a las 19.15.
Antón, junto a nuestra maratonista olímpica y recordwoman sudamericana Florencia Borelli, darán la señal de largada del próximo domingo en el Maratón Internacional-Campeonato Sudamericano y luego recibirán planeats alusivas de la organización por sus respectivas trayectorias.
Antón y Borelli estarán en la zona de llegada para entregar las medallas-finishers a los participantes junto a otras leyendas del atletismo nacional como Iris Fernández, Domingo Amaison y Toribio Gutiérrez.
Como parte de la difusión del atletismo –y el running en general- y destacando el historial de la actividad, la Asociación Ñandú ha invitado a grandes figuras internacionales a sucesivas ediciones del Maratón, acercando a las mismas a nuestros atletas y aficionados. Así tuvimos el orgullo de recibir una década atrás a dos de los más grandes fondistas sudamericanos: el brasileño y medallista olímpico Vanderlei Cordeiro de Lima y el colombiano Domingo Tibaduiza. Y en tiempos recientes vinieron dos de los más grandes campeones olímpicos del historial del atletismo de fondo: Lasse Viren (Finlandia) y Frank Shorter (EE.UU.).
En esta oportunidad, llegó Antón.
TRAYECTORIA
Durante la década del 90, España vivió su tiempo dorado en el atletismo de fondo que tuvo momentos inolvidables como el triplete en el Campeonato Europeo de Helsinki en 1994, cuando Martín Fiz, Diego García y Alberto Juzdado coparon el podio de maratón y, un año más tarde en Gotenburgo, el mismo Fiz alcanzó la coronación en el Campeonato Mundial. Fiz se mantuvo entre los mejores corredores, pero su título mundialista fue heredado por otro español, Abel Antón, campeón en dos épicas carreras bajo el calor: Atenas 1997 y Sevilla 1999, aquí para el delirio de la afición española.
Antón se erigió así en un histórico de esta prueba tradicional, a la que llegó con la suficiente madurez (debutó en 1996, ya con casi 34 años) y después de una sólida trayectoria como fondista en pista, que incluyó finales olímpicas y mundiales sobre 5.000 y 10.000 metros, y una gran actuación en el citado Europeo de Helsinki, donde triunfó en 10.000 y se llevó la medalla de bronce de 5.000.
Antón llegaría a completar once maratones en su trayectoria, incluyendo allí cinco triunfos, todos de alto nivel: a los dos Mundiales le unió victorias en dos “majors” –todavía no se denominaban así- que fueron su debut en Berlin (1996) y luego Londres (1998), y otro primer puesto en una prueba muy competitiva en Corea del Sur. Se iba a retirar ya con 39 años, en una prueba especial que volvió a unirlo con Fiz en el mismo recorrido por las avenidas madrileñas en el otoño del 2001.
Hace pocas semanas, a fines de agosto, Antón retornó a Sevilla para una celebración especial por el 25° aniversario de la victoria mundialista. En un autobús turístico, acompañado por familiares y amigos, recorrió todos los sitios emblemáticos de la ciudad y la carrera desde la Basílica de la Macarena, la Torre del Oro y el Puente de los Remedios, hasta evocar la llegada entre ovaciones al Estadio de La Cartuja. Y en febrero pasado, el maratón de Sevilla –a esta altura convertido en uno de los más veloces del mundo y donde nuestra Florencia Borelli iba a establecer el récord sudamericano- homenajeó especialmente a Antón: la medalla finisher llevó su icónica imagen del triunfo mundialista, además de retirarse su también icónico dorsal con el número 354. Le entregaron una plaqueta, acompañado por otras glorias del atletismo español de los 90: su eterno rival Martín Fiz y el campeón olímpico de 1.500, Fermín Cacho, oriundo de las tierras de Soria. Igual que Antón.
Fue allí donde nació el 24 de octubre de 1962 y donde inició su trayectoria atlética. “Mis primeros recuerdos son de un campeonato de España infantil en el parque de la Dehesa, en Soria, donde quedé séptimo”, evocó. Y también recordó que con Martín Fiz –proveniente de Vitoria- solía competir en las distintas categorías, aunque Antón finalmente optó por una trayectoria más extensa en pruebas de pista y Fiz se inclinó antes hacia el maratón.
Santiago Segurola, uno de los mejores periodistas deportivos de España, describió así a Antón:
“Es un tipo tranquilo y querido. Mucho antes de coleccionar títulos y presidir portadas, Abel Antón era un héroe en Soria, donde había servido como banderín de enganche para una pequeña tropa de fondistas y mediofondistas, dirigidos por Enrique Pascual. Entre ellos surgió Fermín Cacho, un muchacho que se metió en el mundillo del atletismo de pura admiración por Abel. Durante años fue un valor seguro en las pistas. Pero nunca una estrella. Corría las pruebas de 5.000 y 10.000 metros y lo hacía a la manera que le ayudó ayer a ganar el maratón (mundialista) de Atenas. Nunca marcó el ritmo y jamás se decidió por un ataque largo. Lo suyo era leer la carrera desde atrás, sostenerse y aprovechar su velocidad en los últimos 200”.
Y agregó: “Con esa explosión de mediofondista, Antón resultaba temible en las pruebas tácticas. Con una marca de 3,37 en el 1.500, podía imponerse a los diesel europeos. Su fiabilidad le permitía sumar puntos para España en la Copa de Europa y moverse con garantías en el panorama del fondo continental. Con 31 años vivió su primera gran gloria. En Helsinki 94, se proclamó campeón de Europa en 10.000 metros y fue tercero en 5.000. Pero su horizonte estaba limitado por el apabullante dominio de los africanos en las pruebas de fondo. «Es frustrante correr contra ellos. Les sigues hasta donde puedes y mueres», dijo tras ganar el Campeonato de Europa. Quería llegar a Atlanta y despedirse. «Bueno, quizás dispute alguna que otra maratón, para saber qué es eso».
El debut de maratonista se concretó con una victoria en 1996, en Berlin, en una prueba que llevaba 23 ediciones y que, poco después, iba a convertirse en una de las más relevantes del circuito mundial. “Es muy importante una victoria como esta y con una marca fantástica”, dijo aquel día Antón, al ganar en 2:09:15 delante del tanzano Francis Naali y el keniata Sammy Lelei, vencedor del año anterior. «Para mí era ilusorio ganar aquí, pero el excelente público y el magnífico ambiente me impulsaron de tal forma que ya no paré». Su manager, Miguel Angel Mostaza, le insistía desde unos meses antes para que intentara con esa distancia y en aquella oportunidad Berlin reunió casi 20 mil corredores, una cifra que la colocó como la tercera de mayor masividad en el mundo, detrás de Nueva York y Londres.
Seis meses más tarde Antón sumó su triunfo en Kyongju, Corea del Sur, y aseguró su plaza en el equipo de España para el Campeonato Mundial de Atenas 97, donde el maratón también incluyó una competencia por equipos. España, bajo la conducción técnica de Luis Landa, disfrutaba de su “Armada invencible” para buscar el título.
En aquella ciudad coreana, a 250 km. al sur de Seúl, Antón sufrió una caída –con heridas en la rodilla derecha- en las calles anegadas por un temporal, pero igual pudo reincorporarse y enlazar con el grupo líder. La prueba fue animada por el brasileño Vanderlei Cordeiro de Lima (más adelante, un héroe olímpico en Atenas) pero Antón consiguió sobrepasarlo a 2 kilómetros de la meta para ganar en 2:12:37, con una ventaja de cuatro segundos y otros 8 s. sobre el tercero el etíope Abebe Mekonnen. Entre Antón y el décimo hubo menos de un minuto de diferencia, lo que indica la paridad de la prueba.
El maratón del Mundial de Atenas tuvo condimentos especiales: se realizó sobre el recorrido que el mensajero Filíppides habría cubierto 2.500 antes por las llanuras de Maratón para comunicar al victoria sobre los persas. Y culminaba en el estadio Panathinaikos, sede de los primeros Juegos Olímpicos de la era moderna en 1896. Aquel Mundial marcó el clímax del duelo Antón-Fiz, una vez que se alejaron de sus rivales más peligrosos. La jerarquía y experiencia de Fiz, en la defensa de su título, no fue suficiente ante la velocidad de Antón para los últimos tramos.
Entre sus dos líderes, junto al sexto puesto de Fabián Roncero y el 15° de José García, además de los aportes de Juzdado y Diego García, España conquistó el título por equipos, que tuvo inmensa repercusión en su país y mereció también el premio Príncipe de Asturias de los Deportes.
«Soria y Vitoria están cerca y con Martín coincidíamos en muchas carreras en categorías inferiores. Pero el máximo fue aquel Mundial. Nos jugábamos ser el mejor del planeta. Martín hizo su carrera para intentar ganar, aguantó durante 20 kilómetros, pero el recorrido de Atenas es bastante duro y él sabía que yo en el tramo final soy más rápido por mi velocidad en la pista», contó Antón, cuando ambos regresaron 25 años más tarde a Atenas para evocar aquella gesta del 10 de agosto de 1997. Fiz afirmó que “si se disputara ahora aquel maratón, haría lo mismo. Acabé enfadado, fue una llegada al estadio amarga, pero los dos llevamos a cabo estrategias diferentes. Yo intenté potenciar mis cualidades, llevarle al límite. Sin embargo, a cuatro o cinco kilómetros del final supe que Abel iba a ser oro. Tampoco hubiera cambiado el plan de entrenamiento previo, sería un suicidio. Ganar a Abel en los metros finales es imposible».
Entrevistado por Chema Martínez, otro destacado fondista español, Antón contó que “para Atenas me preparé en casa, en Soria. Sabía que era una prueba muy dura, veintitantos kilómetros subiendo el puerto, así que hice bastantes cuestas porque sabía que tenía que entrenarla. Cuando uno entrena una maratón desde cuatro meses antes ya la estás visualizando y pensando todo lo que vas a hacer”. Y que se había imaginado con otro triunfo: “Llevaba dos maratones en Berlín y Corea y los había ganado y me dije que esta la tenía que ganar también. Sabía que tenía un rival, que estaba en casa (Martín) y era el favorito para ganar, así que dije: ‘Lo tengo muy fácil, tengo que seguir al mejor’. Lo tenía clarísimo”.
La medalla de bronce fue para el australiano Steve Moneghetti, el cuarto puesto para el italiano Danilo Goffi y el quinto para aquel bravo corredor brasileño, Luiz Antonio dos Santos, todos protagonistas de esa épica carrera.
Aquella senda triunfal de Antón se detuvo a fines de ese año en otro de los maratones de mayor prestigio –ahora discontinuado- en Fukuoka, Japón, donde quedó cuarto en la carrera ganada por el sudafricano y campeón olímpico Josiah Thugwane con 2:07:28 en una jornada de lluvia y ventosa.
Para la campaña maratoniana de Antón siguieron un triunfo y un tercer puesto en Londres, antes de su segundo hit mundialista, en Sevilla, donde terminó delante del italiano Vincenzo Modica y del japonés Nobuyuki Sato.
La crónica en El País indicó que “Antón escribió su historia más brillante. Hizo un alarde de inteligencia y sangre fría, en un día no tan caluroso como se temía. No sólo resistió todos los ritmos y los tirones, como es su costumbre, sino que tomó la gran decisión de atacar desde muy lejos, cuando aún quedaban casi cinco kilómetros para la meta, porque se había escapado el peligroso japonés Noboyuki Sato. Su capacidad para el sprint la aplicó esta vez por adelantado”
Fiz fue uno de los animadores, pero esta vez terminó en el octavo puesto. Hasta el kilómetro 35, en medio de un intenso duelo táctico entre españoles e italianos, fue Sato el que atacó y a falta de cinco kilómetros consiguió tomar una ventaja de 25 segundos sobre el resto del grupo líder. Poco después, Antón inició su largo sprint, fue dejando atrás a sus rivales y a los 40 km – con 2 horas y 2 minutos de carrera- sobrepasó la línea del japonés. Iba a ingresar al Estadio en medio del delirio de una multitud, a la que ofrendó besos y saludos. Fue el primero en ganar dos maratones mundialistas consecutivos, algo que luego iban a lograr el marroquí Jaouad Gharib (2003-2005) y el keniata Abel Kirui (2009-2011) y que en los Juegos Olímpicos –aunque distanciados por un cuatrienio- sólo han logrado el etíope Abebe Bikila (1960-1964), el germano oriental Waldemar Cierpinski (1976-1980) y ese coloso llamado Eliud Kipchoge (2016-2021).
Una entrevista exhibía el otro costado del “hombre tranquilo”, como lo definían a Abel Antón. Simpatizante del Real Madrid, “pero no sigo demasiado el fútbol. Mi otro deporte favorito es el ciclismo”. Admiraba, en el campo atlético, al rey del atletismo de fondo de su época, el etíope Haile Gebrselassie y, en otros deportes, a Michael Jordan. Administraba su propia tienda en Soria y disfrutaba los momentos con su familia. “Soy un trabajador, como cualquier otro”, se autodefinía.
Si el otro sueño de Antón era el maratón olímpico, fijado para el 2000 en Sidney, le llegó demasiado tarde. Una lesión en la rodilla izquierda lo tuov a mal traer en toda su preparación y ya en la prueba –difícil recorrido con los puentes y cuestas, y en medio de constantes ráfagas- poco pudo hacer, terminó lejos. Fiz, por su parte, resistió a los tirones africanos para lograr el sexto puesto. “Me di cuenta muy pronto que no tenía nada que hacer y prácticamente me despido de las competencias”, afirmó Antón.
El título fue para el etíope Gezahgne Abera, quien así completó el rotundo dominio que su país ejerció en las pruebas de fondo de aquellos Juegos. “Antón y Fiz corrieron ayer su último gran maratón –escribió Carlos Arribas- en El País. Antón, el soriano, y Fiz, el vitoriano, han llegado a un punto de sacrificio en el que ya no se ven compensados por la felicidad del éxito. El último ciclo olímpico se le ha hecho eterno a Fiz, cuarto de Atlanta 96. El año que ha pasado desde su victoria en los Mundiales de Sevilla ha estado lleno de sinsabores y lesiones para Antón. ´Después de Sidney ya no disputaré ninguna competición grande. Prácticamente, me despido´ dijo».
Aquel telón para Antón y Fiz en el ciclo competitivo se dio ante su propia gente en el llamado Maratón del Milenio, el 27 de octubre de 2001, disputado por avenidas madrileñas entre la Plaza de Lima y la Casa del Campo. Fiz fue 11° (2:17:51), Antón llegó siete puestos más atrás (2:27) y el ganador era, también, el que tenía todas las credenciales de favorito en esa época, el italiano Stefano Baldini: campeón europeo y bronce mundialista en Edmonton, que iba a coronar su campaña con el título olímpico en Atenas. Marcó 2:09:59 en Madrid.
Hace poco, en el mencionado retorno a Atenas, contó que luego de su retiro corrió otros maratones en forma popular: «Desde que me retiré he seguido entrenando seis días a la semana. No lo haces con la intensidad de cuando quieres batir una marca o ganar una gran competición, sino para mantenerte en forma compitiendo como popular. Lo bueno es que no me duele nada y eso es fantástico. Sigo haciendo 10-15 kilómetros al día, seis jornadas a la semana. Es mi entrenamiento de siempre”.
MEJORES MARCAS
En pista
3.000 metros llanos 7:46.08 Oslo 04.07.1987
5.000 metros llanos 13:15.17 Berlin 30.08.1994
10.000 metros llanos 27:51.37 Gotenburgo 05.08.1995
En ruta
Medio maratón 1:03:03 Azpeitia 29.03.1998
Maratón 2:07:57 Londres 26.04.1998
CAMPAÑA INTERNACIONAL
1986
Campeonato Iberoamericano (La Habana) 5.000 m 1 13:49.76
1989
Campeonato Europeo Indoor (La Haya) 3.000 m 2 7:51.88
1990
Mundial de Cross (Aix-les-Bains) 38
Campeonato Europeo (Split) 5.000 m 11 13:31:27
1991
Mundial de Cross (Amberes) 71
Campeonato Mundial (Tokio) 5.000 m 11 13:39.00
1992
Juegos Olímpicos (Barcelona) 5.000 m 8 13:27.80
Copa del Mundo (La Habana) 5.000 m 4 14:11.48
1993
Mundial de Cross (Amorebieta) 52
Campeonato Mundial (Stuttgart) 5.000 m 11 13:40.21
1994
Campeonato Europeo (Helsinki) 5.000 m 3 13:38.04
10.000 m 1 28:06.03
1995
Mundial de Cross (Durham) 78
Campeonato Mundial (Gotenburgo) 10.000 m dnf
1996
Juegos Olímpicos (Atlanta) 10.000 m 13 28:29.37
1997
Campeonato Mundial (Atenas) maratón 1 2:13.16
1999
Campeonato Mundial (Sevilla) maratón 1 2:13.36
2000
Juegos Olímpicos (Sidney) maratón 53 2:24:04
Todos los maratones de Abel Antón
29.09.1996 Berlin 1° 2:09:15
16.03.1997 Kyong-Ju (Corea del Sur) 1° 2:12:37
10.08.1997 Atenas – Campeonato Mundial 1° 2:13:16
07.12.1997 Fukuoka 4° 2:10:27
26.04.1998 Londres 1° 2:07:57
18.04.1999 Londres 3° 2:09:41
28.08.1999 Sevilla – Campeonato Mundial 1° 2:13:36
19.03.2000 Seúl 5° 2:12:49
01.10.2000 Sidney – Juegos Olímpicos 53° 2:24:04
22.04.2001 Londres 8° 2:11:57
28.10.2001 Madrid 18° 2:27:00