FOTO/ FEDERICO SOLER
La dupla de lanzadores bonaerenses volvió a funcionar: y al triunfo conseguido el martes por Juan Manuel Arriéguez en bala, se le sumó -en la jornada de este miércoles 20 de enero- el de Tomás Olivera en martillo. De este modo, el equipo argentino cuentan con ambos títulos en el II Panamericano u23 cuya tercera jornada se cumplió en Asunción.
Olivera consiguió su mejor marca personal de 70,61 metros y se alzó con este valioso título, en vibrante duelo con el canadiense Jeremiah Nubbe, quien marcó 70.49. La medalla de bronce fue para el chileno Benjamín Muñoz con 67.04, delante de su compatriota Miguel Castro con 66.53. El otro representante argentino, Lautaro Vouilloz, fue 6° con 65.69.
Olivera quien -al igual que Arriéguez- ya había ganado en el Sudamericano u23 de Bucaramanga 2024, ahora estaba en la pelea por el cetro continental. Y comenzó con un nulo, pero su segundo disparo (que sería el único válido) lo llevó hasta los 70.61 ganadores. El canadiense se ubicó en el segundo lugar a partir de esa segunda ronda (67.23) y luego fue avanzando hasta conseguir 70.49 en la cuarta, apremiando al argentino. Este, pese a cometer nulos en sus cuatro últimos tiros, pudo asegurarse su corona.
Nacido el 5 de enero de 2004 y procedente de Maipú, Olivera tenía como mejor marca los 70.39 logrados en marzo en Concepción del Uruguay, cuando fue subcampeón nacional absoluto, detrás del consagrado Joaquín Gómez. En el historial argentino, sólo tres lanzadores tienen registros superiores a Olivera: Joaquín (77.69), el multicampeón Juan Cerra (76.42) y Andrés Charadía (74.66).
(foto: Federico Soler)