Este domingo 4 de agosto en el Stade de France, en París, tenía el atractivo central por la finalísima de los 100 metros llanos, pero hubo mucha más acción en el atletismo olímpico.
Para la Argentina se contaron dos participaciones -Belén Casetta y Elián Larregina- aunque ambos estuvieron alejados de sus principales registros. Casetta, en su tercera intervención olímpica, compitió en la serie de los 3.000 metros con obstáculos durante el turno matutino y se despidió. A Larregina, debutante en estas justas, le queda todavía la chance del repechaje. Sus 47.80 para el sexto puesto en la serie 4 estuvieron debajo de sus posibilidades, tras un buen arranque pero se quedó mucho en la recta final. La prueba, pese a la ausencia del campeón olímpico Steve Gardiner (Bahamas), lesionado a último momento, tiene un nivel muy alto y lo 17 mejores de la qually bajaron de 45 segundos.
Una de las medallas doradas de este domingo se resolvió en lanzamiento del martillo donde el canadiense Ethan Katzberg, a sus 22 años, confirmó que es el especialista en mejor forma, tras ganar el Mundial de Budapest y afirmarse con los principales registros de la temporada.
Katzgberg golpeó de entrada con sus 84.12 metros, cerca del récord olímpico que el soviético Litvinov mantiene desde Seúl 88 (84.80) y nadie pudo acercarse. El húngaro Bence Halasz se llevó la plata y el ucraniano Mykhaylo Kokhan consiguió el bronce.
Como era de esperar, el campeón defensor Wojciech Nowicki, de Polonia, dio el puntapié inicial y marcó 77,42 m. El siguiente en la final fue el francés Yann Chaussinand, que disparó su martillo hasta 78,99 m, lo que le situó brevemente en cabeza hasta que se declaró falta unos momentos después.
El lanzamiento inicial de Kokhan, de 78,54 m, fue promovido a la marca líder, pero no duró mucho. Katzberg, noveno en el orden de lanzamiento, abrió su cuenta con un impresionante lanzamiento de 84,12 m, el segundo mejor lanzamiento en la historia olímpica y el segundo mejor lanzamiento de la carrera del canadiense después del récord personal de 84,38 m que estableció en altura en Nairobi a principios de este año.
Lo más importante es que fue más lejos de lo que cualquier otro finalista había lanzado en su vida.
Eso significaba que si alguien quería arrebatarle el oro a Katzberg, tendría que actuar como nunca antes lo había hecho. Alerta de spoiler: nadie lo hizo.
El noruego Eivind Henriksen, que hace tres años se llevó una sorprendente medalla de plata en Tokio, llegó a París con una mejor marca de la temporada de tan solo 76,51 metros. Tras haber logrado su mejor marca de la temporada de 77,14 metros en la clasificación, la mejoró con 79,18 metros en la segunda ronda, lo que lo colocó en tercer lugar, detrás del resultado de 79,39 metros de Kokhan en la segunda ronda.
El medallista de bronce mundial Halasz fue otro de los que mejoró en la segunda ronda, con un lanzamiento de 78,84 metros. El lanzamiento de Katzberg en la segunda ronda fue una falta, pero aun así logró una ventaja de casi cinco metros.
Chaussinand registró otra falta en la segunda ronda, pero se sacó una de la bolsa en la tercera ronda con sus 77,38 m que lo colocaron en el octavo lugar, lo suficiente para ganar tres lanzamientos más.
El cinco veces campeón del mundo Pawel Fajdek, que no siempre ha tenido los mejores tiempos en los Juegos Olímpicos, lanzó 78,57 m en la tercera ronda para avanzar con seguridad a la segunda mitad de la competencia.
Katzberg realizó otro lanzamiento cómodamente detrás de la línea de 80 metros, que inicialmente se consideró falta, pero luego se le atribuyó una marca de 82,28 m. Halasz, por su parte, mejoró su marca hasta los 79,97 m y pasó al segundo puesto.
En salto en alto para damas se produjo la definitiva coronación de la ucraniana Yaroslava Mahuchikh, un símbolo en el deporte de la resistencia de su país frente a la brutal invasión rusa desde 2022.
Dueña de un título mundial outdoor y otro indoor, Mahuchikh venía de batir el récord del mundo con sus fantásticos 2.10 m. del mes pasado también en París, en el Estadio Charlety. Pero ahora volvía aneocntrarse con dos atletas australianas -Nicola Olyslagers y Eleanor Patterson- que la habían vencido en citas importantes. El duelo fue con Olyslager. Ambas pasaron 1.91, 1.95 y 1.98 en primer intento (y allí quedaban sólo ellas dos para resolver el oro). Se decidió en los 2 metros, que Mahuchikh superó en primer intento en tanto la australiana necesitó tres. Olyslager falló las tres tentativas sobre 2.02, Mahuchikh hizo dos allí y reservó la otra para 2.04, pero ya su título estaba asegurado. El bronce fue compartido por Patterson y otra ucraniana, Iryna Gescharenko. Para Ucrania un gran domingo atlético, sumando el bronce de martillo.
Ese domingo también incluyó las semifinales de los 1.500 metros llanos, donde el noruego y defensor del título Jakob Ingebrigtsen y el británico Josh Kerr reservaroin energías para -el que se espera- será uno de los grandes duelos de estos Juegos. Ingebrigtsen venció en la primera semi con 3:32.38, seis centésimas delante de Kerr, mientras que le estadounidense Yared Nuguse, otro aspirante al podio, ganó la otra semi con 3:31.72.
Y el cierre, a toda orquesta, fue para una de las finales de 100 metros más apasionantes de todos los tiempos, en la que apenas 5 milésimas separaron al campeón, el estadounidense Noah Lyles, del jamaiquino Kishane Thompson. Ambos terminaron en 9.79 y tuvieron que esperar -observando la pantalla gigante- durante varios segundos hasta que se proclamó la victoria del crédito de Gainesville, Florida, quke ahora pretende lograr el triplete dorado (con los 200 metros y el relevo corto). Lyles le devolvió a Estados Unidos el cetro que había ganado por última vez en 2004 a través de Justin Gatliin. Thompson -un hombre que emergió en esta temporada, a sus 23 años, a los primeros planos y tiene la guía técnica de Stephen Francys, el mismo coach de Asafa Powell- llevó la iniciativa, parecía que en fuerte pelea con el ex campeón mundial Fred Kerley. Pero Lyles apareció en los tramos finales y llegó en línea con Thompson, con una ventaja imperceptible. Kerley se quedó con el bronce en 9.81, aventajando por una centésima al sudafricano Akana Simbine, que fijó un récord para su país.
El italiano y defensor del título LaMont Marcel Jacobs tuvo una muy buena labor ya que sus 9.85 para el quinto puesto constituyen su segundo registro personal, pero terminó con una lesióin muscular. Letsile Tebogo, el joven y ascendente valor de Botswana, fue 6° con 9.86, completando Ken Bednarek (EE.UU.) con 9.88 y el otro jamaiquino, Oblique Seville, con 9.91.