El lanzamiento del martillo es una prueba de gran tradición en la Argentina que, por largo tiempo, la ha dominado en el escenario sudamericano, aunque actualmente son los chilenos Humberto Mansilla y Gabriel Kehr los mejores exponentes en la región.
Ambos estarán en los Juegos Olímpicos de París, que se inauguran este viernes 26 de julio con una imponente ceremonia en el río Sena. Pero la Argentina también tendrá un representante en el lanzamiento del martillo. Se trata de Joaquín Gabriel Gómez, quien así se convertirá en el sexto argentino que compite en esa especialidad en el historial olímpico. Su padre y entrenador, Daniel, también fue un destacado especialista en la prueba y logró títulos nacionales y sudamericanos.
El primer representante argentino en martillo, dentro del programa olímpico, fue Federico Esteban Kleger, quien consiguió ubicarse entre los mejores tanto en Amsterdam (1928) como en Los Angeles (1932). En la ciudad neerlandesa logró el 7° puesto con 46.61 y cuatro años más tarde –mientras Juan Carlos Zabala conquistaba el maratón y Carlos Bianchi Luti llegaba a la final de los 200 metros llanos- Kleger ocupó el 6° puesto de martillo con 48.33.
Había nacido en Ciudad del Cabo (Sudáfrica) en 1903 pero con apenas cuatro años llegó a nuestro país, al emigrar sus padres. Aquí se radicaron en Merlo y Kleger desarrolló su campaña en Ferro Carril Oeste, alanzando en cuatro oportunidades el título sudamericano (1926, 1927, 1929 y 1933), además de dos medallas de plata y otra de bronce. Kleger fue el primer lanzador de martillo en Sudamérica que superó los 50 metros, cuando logró un récord de 50.105, el 19 de diciembre de 1926 en San Isidro.
En el equipo que asistió a los Juegos de Londres en 1948, estaba el lanzador de martillo Juan Fuse, quien marcó 46.95 m. durante el turno clasificatorio.
El recordado lanzador tucumano José Alberto Vallejo estuvo cerca de clasificar para los Juegos de México, tras ser el primer sudamericano en superar los 60 metros (60.32 el 4 de agosto de 1967 durante los Panamericanos de Winnipeg). Pero consiguió su condición de olímpico para los Juegos de Munich en 1972, donde marcó 60.08 en el turno clasificatorio.
Proveniente de Entre Ríos, Andrés Charadía continuó esa tradición, siendo también el primer sudamericano en superar la barrera de los 70 metros con sus 17.34 durante su estadía en Praga (17-5-87). Dueño de títulos sudamericanos e iberoamericanos, además de medallista panamericano, Charadía participó en la clasificación de martillo de los Juegos Olímpicos de Barcelona 92 (70.82) y Atlanta 96 (65.26).
Y luego fue el turno de otro histórico de la especialidad, el santafesino Juan Cerra, también dueño de las coronas sudamericanas e ibero, además de un recordado oro panamericano en Santo Domingo 2003. Cerra extendió el récord sudamericano hasta 76.42 metros, logrado el 25 de julio de 2001 en Trieste (Italia), registro que aún hoy permanece como plusmarca argentina. Y consiguió su clasificación para los Juegos Olímpicos en cuatro oportunidades, aunque sin poder superar la fase qually: 72.86 en Sidney 2000, 72.53 en Atensa 2004, 70.16 en Beijing 208 y 68.20 en Londres 2020, siendo así uno de los dos atletas argentinos –la otra es Jennifer Dahlgren, también en martillo damas- con cuatro presencias en los Juegos.
Joaquín Gómez , nuestro representante en París, tiene como mejor marca 76.36, conseguida el 30 de octubre de 2021 en el Parque Olímpico de Buenos Aires. Y en esta temporada se acercó con 76.31 al ganar el Campeonato Nacional, en Mar del Plata.