SEis años atrás en Buenos Aires, la atleta ucraniana Yaroslava Mahuchikh emergía como la «figura del futuro» para el salto en alto femenino al lograr la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de la Juventud. Este domingo 7 de julio, en el Estadio Charlety, Yaroslava hizo historia al batir uno de los más antiguos récords mundiales de la tabla femenina: pasó la varilla a 2 metros y 10 centímetros, dejando atrás los 2.09 m. que la búlgara Stefka Kostadinova había logrado el 30 de agosto de 1987 al ganar el Campeonato Mundial en Roma.
Mahuchikh también se ha convertido en uno de los símbolos de la resistencia ucraniana frente a la brutal agresión rusa, desatada hace dos años y medio, y que la obligó a ella -como a otros atletas de la elite de su país- a tener que entrenar en otros lugares. Mahuchikh resalta la bandera y el orgullo ucraniano en cada una de sus presentaciones. Desde aquellas jornadas en el Parque Olímpico de Buenos Aires ha pasado a ser la figura de su especialidad, logrando el título mundial indoor 2022, el outdoor 2023 en Budapest y reteniendo recientemente su cetro europeo en Roma. Ahora su sueño se concentra en los Juegos Olímpicos de París.
La jornada de este domingo en la Ciudad Luz resultará inolvidable para el atletismo ya que también la keniata Faith Kipyegon, con 3:49.04, batió su récord mundial de los 1.500 metros llanos.